El hermano de Marvin Alexander Alvarenga Figueroa, el conductor de taxis VIP que fue asesinado la noche del 12 de junio en la residencial Maya, en Tegucigalpa, perdonó a los delincuentes que le quitaron la vida. Ahogado en llanto y con un nudo en la garganta el joven hondureño recordó cómo era su hermano y envió un poderoso mensaje a los hechores asimismo, les instó a arrepentirse por el crimen que cometieron contra su hermano.
«El daño que le hicieron a mi hermano ayer, me le quitaron la vida me le arrebataron la vida. El que lo hizo, yo se lo digo, lo perdono en el nombre de Jesús. Pero te digo amigo, arrepentite en el nombre de Jesús por lo que hiciste. Marvin Alvarenga, de 37 años, era un padre dedicado y un hombre que se esforzaba a diario para sacar adelante a su familia. El taxista hondureño deja tres hijos, por quienes luchaba y se esforzaba por darles lo mejor.
Según dijo su hermano, la empresa en la que laboraba el joven hondureño estaba siendo extorsionada. «Talvez mi hermano temeroso de la situación nunca le quiso decir a nadie, no sé como es eso. La empresa donde trabajaba según tengo entendido era objeto de extorsión. Nosotros no tenemos enemigos», añadió.
