El vicecanciller de Honduras, Gerardo Torres, advirtió que la política migratoria será el principal punto de «tensión» entre el gobierno de Xiomara Castro y la administración de Donald Trump, en caso de que el expresidente regrese a la Casa Blanca. En su opinión, la migración irregular, que históricamente ha afectado a miles de hondureños, será un tema clave, especialmente con las amenazas de reanudar las deportaciones masivas que Trump ya ha señalado.
Torres recordó que, durante su mandato, Trump adoptó un enfoque agresivo hacia la migración, con un énfasis en frenar la entrada irregular de inmigrantes. Aunque reconoció que el exmandatario ha señalado que la migración legal será permitida, destacó que para muchos hondureños acceder a visas y regularizar su estatus en Estados Unidos sigue siendo un proceso extremadamente difícil. «La migración irregular surge, justamente, por la imposibilidad de obtener una visa», señaló Torres.
El vicecanciller enfatizó que, si bien durante la administración de Joe Biden se observó una cierta reducción en las deportaciones y las detenciones, la llegada de Trump podría cambiar esta dinámica. Subrayó la preocupación de que se reanuden prácticas como la separación de familias y la detención masiva de migrantes, situaciones que marcaron su gobierno anterior.
Torres también destacó el enfoque «America First» que caracteriza a Trump, centrado en los intereses de Estados Unidos, y señaló que, aunque Honduras debe mantener una relación cordial y de cooperación con Washington, la prioridad del gobierno hondureño siempre será defender los derechos de su población, especialmente de los migrantes.
Finalmente, el diplomático aseguró que, pese a las posibles diferencias en materia migratoria, las relaciones comerciales, políticas, de seguridad y defensa entre ambos países continuarán siendo amistosas, aunque siempre bajo la premisa de proteger los intereses de los hondureños.