En medio del dolor y la tristeza, fueron velados un abuelo y su nieta en Campamento, Olancho, al oriente del país, luego de que ambos murieran envenenados.
Alexa Franco Flores, de apenas 3 años de edad, estaba jugando cuando encontró una bolsa con veneno para ratas y, creyendo que era un churro comió del contenido.
Debido a la alta toxicidad de este producto, que contiene anhídrido sulforoso y carbamato de amonio, la pequeña murió de manera casi inmediata.
Al ver lo que había ocurrido, don Pedro Franco, de quien se desconoce la edad, se sintió culpable ya que él colocó el veneno para deshacerse de los roedores.
En su desesperación y dolor, don Pedro tomó la fatal decisión de ingerir una pastilla de curar frijoles, muriendo tan solo unos minutos después que la menor.