Al menos 60 unidades del servicio de transporte público ‘rapiditos’ han sido decomisadas en las instalaciones del Instituto Hondureño de Transporte Terrestre (IHTT), tras un accidente vial ocurrido el miércoles frente al Hospital Escuela en el bulevar Suyapa de Tegucigalpa.
Wilmer Cálix, dirigente del transporte, criticó las acciones de decomiso, argumentando que «no todas las unidades deben ser confiscadas» y que las autoridades están actuando fuera del marco legal. Tras el accidente, que dejó más de 30 personas heridas, el IHTT y la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte han realizado operativos para decomisar vehículos de conductores sin licencia pesada.
Leonel Rojas, inspector del IHTT, sugirió que la situación debe resolverse mediante un diálogo, señalando que «los empresarios del transporte deben cuidar su negocio». Rojas destacó la gravedad de algunos conductores que manejan en estado de ebriedad o bajo el efecto de drogas, lo que justifica la retención preventiva de las unidades para evitar nuevos accidentes. «A veces es mejor retener una unidad para prevenir un accidente», enfatizó.
