La capital de Honduras enfrenta un segundo día de severo caos vehicular, marcado por el cierre de calles en preparación para el 446 aniversario de la ciudad. A pesar de la medida gubernamental que permite a los empleados públicos trabajar desde casa, el tránsito sigue siendo un desafío.
Desde las primeras horas del día, el anillo periférico, una vía clave que rodea las ciudades de Tegucigalpa y Comayagüela, presenta embotellamientos significativos, exacerbados por el cierre del bulevar Suyapa.
El congestionamiento se extiende desde áreas como Los Laureles y Mateo hacia el sur, donde algunas zonas tienen un flujo aceptable, pero otras, como Villas del Sol, experimentan un tránsito casi detenido, especialmente en la conexión entre el anillo periférico y el bulevar Fuerzas Armadas.
La situación en el anillo periférico que proviene del sur del país, pasando por la colonia Loarque, también es crítica. El bulevar Centroamérica y la colonia El Prado muestran un tráfico intenso, complicando aún más las rutas hacia el Estadio Nacional y el centro de Tegucigalpa. Además, la activación de la tradicional Feria del Agricultor en las cercanías del estadio ha añadido presión a un tráfico ya congestionado.


