Las autoridades de Washington habrían ordenado al fabricante de semiconductores restringir las exportaciones de chips de IA a China por temor a un uso final militar a través de nuevas licencias.
El fabricante de semiconductores Nvidia se ha visto inmerso en un escenario marcado por la carrera hacia la soberanía de los chips entre medias de dos grandes potencias. Si los últimos acontecimientos habían llevado a las autoridades de Washington a restringir la exportación de chips de inteligencia artificial de Nvidia a China a través de nuevas licencias, las consecuencias de esta decisión no se han hecho esperar.
Con el punto de mira puesto en el mercado, las acciones de Nvidia sufrieron un duro varapalo. Y es que horas después del anuncio la compañía ha recibido autorizaciones temporales para vender algunos de sus productos, algo que vagamente ha servido para amortiguar el golpe. La cotización ha llegado a caer un 12%, lo que se traduce en una pérdida aproximada del valor de la empresa de 40.000 millones de dólares (una cifra similar en euros), aunque posteriormente han logrado recuperar una pequeña parcela del terreno. Sin embargo, Nvidia no ha sido la única empresa que ha visto descender el valor de sus acciones: AMD ha experimentado un descenso del casi 6%.
La compañía americana aseguró que había reservado un total de 400 millones en ventas de los chips afectados este trimestre a China. Estos, dice, podrían perderse si las empresas asiáticas deciden no comprar productos alternativos de Nvidia. La medida tampoco ha sentado bien en Pekín. Así lo ha corroborado un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino tildando la iniciativa de “bloqueo tecnológico”, según recoge Reuters. “Esta medida viola las leyes del mercado, perjudica las reglas económicas y comerciales internacionales y perturba la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro de semiconductores a nivel mundial”, ha avanzado Wang Wenbin.

Tras constatar el calado de su decisión, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos parece haber dado un paso atrás. Unas novedades positivas para el sector que ha experimentado importantes fluctuaciones recientemente. Así, tras la noticia, “el Gobierno de los Estados Unidos ha autorizado las exportaciones, reexportaciones y transferencias dentro del país necesarias para continuar con el desarrollo de los circuitos integrados H100 por parte de Nvidia”. La autorización también permite a la compañía realizar las exportaciones necesarias para dar soporte a los clientes estadounidenses del A100 hasta el 1 de marzo de 2023. Además, el Gobierno estadounidense autorizó la entrega de pedidos y la logística de A100 y H100 a través de las instalaciones de la empresa en Hong Kong hasta el 1 de septiembre de 2023″.
En cualquier caso, al menos por el momento, se trata de autorizaciones temporales, por lo que es difícil descifrar si esta nueva línea pretende facilitar a la compañía la transición hacia una prohibición futura o de un consentimiento que puede ser renovado. Una elección que podría venir determinada por el devenir de la relación entre ambas potencias; y es que, como se dice por ahí, la esperanza es lo último que se pierde.